lunes, 10 de septiembre de 2007

La discoteca silenciosa del Debod


El baile se apoderó del Templo del Debod. La música procedía de los
auriculares de la gente.


El pasado sábado se organizó una discoteca silenciosa y al aire libre en el Templo del Debod. Ante la mirada atónita de los paseantes, una veintena de personas comenzaron a bailar, a las 20.11 horas, al son que marcaban sus propios auriculares. Así de absurdo y así de divertido. Los participantes, convocados a través de Internet, respondieron de este modo a la cita de madridmobs, un colectivo que reivindica el uso lúdico de la calle.

No es la primera intervención de este grupo, pues ya hicieron una batalla de almohadas en la Plaza de los Cubos, o se pasearon en fila india con paraguas desplegados por los alrededores de la Puerta del Sol.

Este colectivo se inspira en las 'flash mobs', unas intervenciones que nacieron en Nueva York en el año 2003. En ellas, un grupo lanza una convocatoria a través de una página web, correos electrónicos y mensajes de móviles (el célebre "pásalo"). Entonces, se acuerda la reunión del grupo en un espacio público y realizan una acción absurda de escasa duración, para sorpresa de todos. Además, los participantes no se conocen necesariamente entre ellos, lo que ofrece un valor añadido a la intervención, pues se convierte en un modo de conocer gente y compartir experiencias.

Así sucedió en la cita del sábado. Los participantes llegaron al los jardines del Debod con unos diez minutos de antelación. El cruce de miradas y los vistazos continuos al reloj delataban a los que iban a tomar parte en la actuación. A las 20.11, con timidez, los diferentes grupos se pusieron los auriculares y comenzaron a dar rienda suelta al baile. Poco a poco, los diferentes grupos se fueron reuniendo, y más tarde comenzaron a intercambiar conversaciones e, incluso, a intercambiar los auriculares para escuchar la música de los demás. Los triunfadores de la tarde fueron la música electrónica y el rock independiente.

Desde su origen, estas actuaciones se han extendido a lo largo del mundo. La primera 'flash mob' europea se organizó en Roma, donde un nutrido grupo de gente se dirigió a una famosa librería para preguntar por libros que jamás habían sido editados.

Estas convocatorias tecnológicas también pueden contener una reivindicación política. El libro de referencia de este movimiento se llama Multitudes inteligentes, escrito por Howard Rheinold. El caso más citado e influyente en España es el de los mensajes de móvil que circularon el 13 de marzo de 2004, un día antes de las Elecciones Generales, los cuales motivaron una concentración ante la sede del Partido Popular para reclamar más información sobre los atentados terroristas del 11-M. A nivel mundial, el caso más célebre es la caída del presidente Filipino Joseph Estrada, en 2001, tras unas concentraciones espontáneas convocadas a través del teléfono móvil.

Si quieres estar al corriente de las próximas intervenciones puedes suscribirte a la lista de correo de madridmobs.

1 comentario:

Anónimo dijo...

yes!! oui!! si!! sho dess!! viva viava!!