martes, 18 de septiembre de 2007

Pequeñas panorámicas de la Castellana

Aunque no muy altos, cinco edificios de la Castellana ofrecen bonitas panorámicas

El turista u oriundo que quiera apreciar la Castellana a vista de pájaro, se tendrá que conformar con el vuelo raso de una paloma, pues son pocos los edificios que permiten subir a las últimas plantas para ver la panorámica. Sin embargo, quien no exija enormes rascacielos para divisar la ciudad completa, sí podrá encontrar algunos edificios desde donde echar un vistazo a la importante calle madrileña a una decena de metros de altura.

El paseo de la Castellana concentra numerosos bloques de vidriera y gran altura que albergan oficinas de importantes empresas, pero las grandes vistas están reservadas para los empleados, y quien intente subir sin cita previa se topará con el correspondiente guardia jurado explicándole que el paso está restringido. Por suerte, un par de centros comerciales sirven para saciar la curiosidad.

Un ventanal corrido muestra los jardines del Ministerio de Fomento desde la última planta de El Corte Inglés de Castellana, donde el restaurante ofrece un menú con vistas de lunes a sábado (y el primer domingo de mes) y de una a cuatro y media de la tarde. Pero quienes sólo estén interesados en tirar la foto, pueden subir durante el horario normal del centro comercial, horas en las que el restaurante está abierto pero sin clientes, y los camareros no dan problemas a los curiosos.


El recorrido en altura, sin embargo, no empieza en Nuevos Ministerios, y aunque ninguna de las torres de Picasso permiten el acceso, al principio de la vía, en Plaza Castilla, la sede de la Fundación del Canal de Isabel II tiene un depósito de agua desde el que contemplar la plaza y sus emblemáticas torres Kio a ciertos metros del suelo.



Volviendo a la zona más céntrica de la Castellana, el número 41 de la calle permite disfrutar del skyline del centro de Madrid. Si al llegar no está el guardia en recepción, es fácil usar el ascensor para llegar a la séptima planta, sede de las oficinas de Hermanos Revilla, donde tampoco se puede pasar sin cita concertada o contrato laboral. Pero las escaleras que llevan hasta allí dejan libre la vista en dirección a Colón.



Prácticamente enfrente, otro centro comercial, ABC Serrano, no dificulta a nadie llegar hasta la zona de máquinas, en el punto más alto del edificio, desde donde se puede disfrutar del atardecer silueteando la escultura que corona el edificio de Mutua de Madrid. Los habrá que prefieran la vista tranquilamente sentados y no con los ruidos propios de las máquinas de un centro comercial; que se acerquen a la cuarta planta de este edificio, que cuenta con la amplia terraza del restaurante Pedro Larumbe.




Tampoco en Colón hay ningún edificio que permita disfrutar de las vistas, y no es ya hasta la plaza Cánovas del Castillo (la plaza de Neptuno) donde se puede subir al gimnasio del Gran Hotel Canarias y ver la continuación de la Castellana, el paseo de Recoletos.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

El que tendrá buenas vistas de la Castellana, mejor dicho de Cibeles, es Gallardón que está a punto de . Nos dejará nuestro alcalde subir a hacer fotos desde su chiringuito?? ---

PEPE el de Vallekas

Anónimo dijo...

El que tendrá buenas vistas de la Castellana, mejor dicho de Cibeles, es Gallardón que está a punto de trasladar su despacho al palacio de telecomunicaciones. Nos dejará nuestro alcalde subir a hacer fotos desde su chiringuito?? ---

PEPE el de Vallekas
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