lunes, 10 de septiembre de 2007

Una guía para la emancipación laboral

Tanto las administraciones de la Seguridad Social como del INEM abren de lunes a viernes de 9 a 14 horas


La verdad es que no tengo ni idea. Nosotros nos ocupamos de ellos mientras están aquí, pero luego...”. Ésta es la evasiva respuesta de Carmen, una de las orientadoras del Instituto de Educación Secundaria Isabel la Católica, ante la pregunta sobre el proceso administrativo que hay que seguir para la incorporación al mundo laboral. Tampoco José Niarra parece tener mucha idea en la oficina del Servicio Público de Empleo Estatal (INEM), donde acude a solicitar su número de la seguridad social para que puedan hacerle un contrato: eso se hace en la Tesorería General de la Seguridad Social...


La emancipación es un proceso que, tarde o temprano, llega, y, una y otra vez, se repiten los mismos errores, que obligan a dar vueltas, esperar filas y, en general, perder tiempo. No es fácil conseguir información completa en las oficinas de los distintos organismos, pues, tal y como indica una empleada de la administración número 8 de la Tesorería General de la Seguridad Social, allí están para trámites rápidos; sin embargo, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales publica anualmente la Guía Laboral y de Asuntos Sociales, en la que se detallan todos los aspectos del mundo del trabajo.


En teoría, esta guía se puede comprar en quioscos de prensa: “Hombre, no es el Hola”, bromea un quiosquero de la calle de Orense para explicar la baja demanda que tiene este manual. Pedro, que lleva otro quiosco en la calle Doctor Esquerdo, cuenta que la última guía que le llegó fue en 2002: “Sólo recibí una y encima la devolví porque no la vendía”. Mucho más fácil es encontrarla en una delegación del Ministerio de Trabajo, en la calle Agustín Bethencourt número 11, donde venden la última guía por 18,50 euros.


“Realmente a mí me parece un sistema simple: yo nunca he tenido ninguna complicación”, opina Agustín Tortosa, que a sus 25 años se encuentra cobrando el paro por primera vez tras un año y medio de cotización. Su vida laboral comenzó en el Burguer King cuando apenas tenía 18 años, y lo primero que tuvo que hacer fue solicitar su número de la seguridad social, que se consigue en la Dirección Provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social (calle Agustín de Foxá, 28-30, en Madrid) o en cualquier administración de la Tesorería (15 en el municipio de Madrid, 30 en la comunidad). Estas cifras se convirtieron en su número de afiliación a la Seguridad Social cuando la empresa le dio de alta en el sistema y será el mismo durante toda su vida laboral.


Entonces Agustín era aún adolescente y estaba estudiando, con lo que preferió no darse de alta en el paro. Sin embargo, acabados sus estudios universitarios le ofrecieron contrato como profesor en un colegio privado, y fue la propia empresa quien le pidió que se inscribiera en el Servicio Público de Empleo; es una petición muy normal por parte de las empresas, pues actualmente reciben distintas bonificaciones estatales por contratar a alguien que figura como desempleado: si es un hombre de entre 16 y 30 años, la empresa percibe 800 euros anuales durante los primeros cuatro años.


Darse de alta en el paro también es un proceso sencillo, según lo explica Agustín, y basta con llevar tu DNI a la oficina de empleo que corresponda te corresponda en función del código postal de tu domicilio. Inscribirse entonces en el paro es lo que ahora le permite vivir mientras se prepara unas oposiciones, después de que no le renovaran el contrato anual en el colegio: al haber cotizado durante un año a la seguridad social tiene derecho a cobrar el 70% de su sueldo durante 120 días (la duración y cuantía de la prestación varían en función del tiempo cotizado y del tiempo durante el que recibas el paro: consulta aquí las tablas).


Por ahora, Agustín sigue viviendo con sus padres, pero se podría decir que, a nivel laboral, está plenamente emancipado..., salvo por la cobertura sanitaria. Según la jefe del Área de Afiliación de la administración 8 de la Tesorería General de la Seguridad Social, tienes derecho a la asistencia sanitaria desde el momento en que trabajas, pero para ello tienes que solicitar tu propia tarjeta sanitaria (lo cual se hace en las administraciones de la Tesorería). En lugar de hacerlo, muchos, como Agustín, prefieren seguir al amparo de la tarjeta de sus padres, algo que podrán hacer mientras, oficialmente, sigan viviendo a sus expensas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya tengo tarjeta sanitaria propia.
Mi emancipacion ya es total ¿no? Solo debemos obviar que siga viviendo en casa de mis padres porque economicamente es imposible independizarse y mi emancipacion será una realidad plena

Agustín Tortosa

Capitán Pumuky dijo...

Vaya, una vez más lamento el error, pero conste que Agustín me dijo durante la entrevista que no tenía la tarjeta... Pero bueno, enhorabuena por tu completa independencia. En cuanto a lo de salir de casa, te recomiendo echar un ojo a la bolsa de vivienda joven.

Anónimo dijo...

mea culpa
por ignorancia engañe al entrevistador
Mirare la bolsa de vivienda joven