La tumba de Jim Morrison, en el cementerio Père-Lachaise de París, suele congregar a multitud de sus seguidores, para desesperación de los conservadores del cementerio. Y es que hay muchas ciudades que, como París, promueven la visita a sus cementerios como atracción turística. No es el caso de Madrid, donde la gente, por lo general, desconoce las tumbas o los monumentos de sus camposantos. ¿Podría promocionar Madrid la visita a sus cementerios?

Otro de los personajes famosos enterrados en dicho cementerio es Jesús Gil, ex presidente del Atlético de Madrid y ex alcalde de Marbella. A pesar de la ostentosidad de la que hacía gala en vida, el panteón de su familia es muy sobrio, y carece de grandes escudos del Atlético o reproducciones de la fuente de Neptuno. Entre las tumbas de personajes famosos también se encuentran las de Enrique Urquijo, Tierno Galván, El Fary o Francisco Umbral.
Pero en Madrid existen otros cementerios más modestos. Por ejemplo, el cementerio hebreo, situado en la carretera de Vicálvaro, o el cementerio anglicano, en el distrito de Carabanchel. En este último está enterrado el fundador del emblemático restaurante Lhardy. Hasta el momento se desconoce la existencia de alguna procesión desde el restaurante hasta la tumba para honrar sus célebres caldos y croquetas.

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