miércoles, 5 de septiembre de 2007

Dinero ¿Para qué te necesito?

Seguro que más de uno ha soñado alguna vez con imitar al cantante francés Serge Gainsbourg cuando quemó un billete de 500 francos ante las cámaras de televisión. Pero la verdad es que el cinturón aprieta y no está la situación como para permitirse grandes despilfarros. Así, aunque se culpe a menudo al dinero de muchos de los males de esta sociedad, hay otras intervenciones que están más a nuestro alcance y que también proponen alternativas al imperio de la moneda. Son los diferentes colectivos de trueque que existen en la ciudad de Madrid.

La cooperativa "Trueque en Acción", de Ecologistas en Acción, es quizás la más importante y mejor engrasada de todas aquellas que funcionan en la ciudad. En ella participan alrededor de 60 personas. El número no es muy elevado, pero es que al inscribirse, cada participante debe ser avalado con la firma de algún integrante del colectivo, pues la experiencia demuestra que estos sistemas han de basarse en la confianza, según nos explica Toño, uno de los encargados de la experiencia. Si un aspirante no conoce a ningún socio, lo mejor es acercarse por la sede de Ecologistas para rellenar el cuestionario y comenzar a forjar confianza. En este espacio, los participantes pueden intercambiar bienes o servicios. Los más habituales, según Toño, son los préstamos de coches, labores de fontanería, ayudas para hacer mudanzas, trabajos informáticos y el intercambio de ropa y libros. Si estás interesado en el proyecto también puedes acercarte al mercadillo de trueque que Ecologistas en Acción prepara con motivo de la "Semana sin compras", que ellos mismos organizan. En este mercadillo puede participar todo el mundo y se celebrará durante la segunda mitad de noviembre.


Serge Gainsbourg quema un billete de 500 francos. ¡Quién pudiera!

Otra iniciativa en boga es la de los "Bancos del Tiempo", donde la hora se convierte en el valor de cambio. Cada servicio ofertado se traduce en valor según el tiempo invertido en su realización. Entonces, el individuo que, por ejemplo, ha invertido tres horas en un servicio realizado para otra persona, adquiere el acceso a servicios por un tiempo similar. Esta iniciativa, en algunos casos, pertenece a organizaciones autónomas, mientras que en otros, forma parte de la red de servicios públicos que ofertan los ayuntamientos, como sucede mayoritariamente en Madrid. Este servicio se encuenta muy extendido en el panorama nacional. Por ejemplo, el Banco del Tiempo de San Javier, ciudad murciana de 27.000 habitantes, cuenta con 300 participantes.

Las nuevas herramientas tecnológicas también han contribuido al desarrollo del comercio alternativo, aunque con diferentes resultados. Por ejemplo, la página loquo.com tiene una sección de trueque de habilidades. Y hay gente que de verdad ofrece, por ejemplo, cursos de informática a cambio de tareas de bricolaje. Sin embargo, también hay quien ofrece lisa y llanamente 100 euros si te presentas a su examen de Dibujo Técnico de la Ingeniería Técnica de Obras Públicas. El sitio web de sindinero ofrece un listado de este tipo de cooperativas. ¿Has participado alguna vez en una experiencia de trueque? ¿Has quemado alguna vez un billete de 500 euros? ¿Dominas el Dibujo Técnico? Cuenta tu experiencia.

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